Las distrofias musculares (DM) son un conjunto de enfermedades neuromusculares que provocan debilidad y pérdida progresiva de fuerza en los músculos. Afectan principalmente al músculo esquelético (el que utilizamos para movernos) y se deben a alteraciones en algunas proteínas esenciales que forman parte de las fibras musculares, encargadas de mantener su estructura y funcionamiento.
Cada tipo de distrofia se asocia con un gen o proteína diferente (como la distrofina, calpaína, merosina o emerina, entre otras), lo que hace que los síntomas, la edad de inicio y la evolución sean muy variables.
Aunque aún no existe cura, los avances en investigación, fisioterapia, ortopedia, atención respiratoria y cardíaca están mejorando mucho la calidad de vida y la autonomía de las personas afectadas.
El seguimiento médico especializado y el apoyo familiar y asociativo son fundamentales para afrontar la enfermedad con información, acompañamiento y esperanza.
